Yo quiero ser cómo Luis Leão Pinto

Estando en el sillón de casa, sin hacerle mucho caso a la tele, una palabra captó sin embargo mi atención, me temo que era “desnuda”. Una socióloga daba bien fundada razón del motivo por el que proliferan los desnudos en la red. En su argumentario hacía notar el atractivo que el desnudo provoca en el público, y cómo lo utilizan también los famosos; decía que un famoso es en si mismo una marca, y que siendo que el desnudo vende, pues ahí tenemos expuestos sus cueros, a ver si compramos.

Libre ya del influjo de los estímulos tan directos, reflexioné al respecto de esa interesante afirmación: “un famoso es en si mismo una marca”, una marca para vender. Efectivamente los vemos repetir ciertos rituales que preceden o aparecen durante su exposición a los medios: se ponen unas gafas de sol, un reloj, suben al pódium con un maillot y unas zapatillas inmaculados, los que saben sonríen…

Este fin de semana, con motivo de la Mediterranean Xtrem, pasé bastante tiempo con Luis Leão Pinto. Yo no lo conocía, vino a Morella por mediación de nuestro amigo Raul Doctore, llegó el viernes por la tarde con Joan Lladó, un tipo muy majo que trabaja con Doctore, y yo los recibí y procuré ofrecerles nuestra hospitalidad durante estos días.

No estoy acostumbrado a tratar con personas que son en si mismos una marca, así que ya entenderéis el alivio que supuso para mí encontrarme a dos tipos normales y afables, educados y atentos. Si, dos, igual Joan Lladó que Luis Leão Pinto, lo más complicado de tratar con este hombre ha sido encontrar en el teclado ese trozo de la “ñ”  que lleva su nombre sobre la “ã”. El resto es fácil.

Después lo ves en bici, (poco para lo que hubiera querido), y te das cuenta de que realmente su nivel en este deporte del mtb es sencillamente de otro mundo, da vértigo. Y claro, a pesar de que no todo salió cómo hubiera deseado sube al primer cajón del pódium. Y entonces, al ver los tics, te acuerdas del razonamiento aquel: un famoso es una marca: zapatillas, reloj, maillot, … y una gran sonrisa encima del cajón.

A la gente se la conoce sobre todo cuando algo se tuerce, me temo que tuve ocasión de conocer un poco a este hombre. La conclusión a la que llego es la que reza en el título de la entrada: Yo quiero ser cómo Luis Leão Pinto, y me voy a esforzar en conseguirlo, sé que no será fácil, porque el nivel altísimo, pero voy a tratar de ser tan buen tipo cómo él. En bici seguiré con mi orientación lúdico endurera, eso grande del suelo son mis pies.

 

 

Nota: Miguel Angel Troncho ha tenido la gentileza de cederme las fotos para esta entrada.