Crónicas del goce de la naturaleza desde Morella y hasta donde haga falta.

Trans Nomad

 

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¿Qué fuerza de la naturaleza pudo arrastrarme fuera de la mullida zona de confort? ¿Cómo la Trans Nomad puede generar una energía tal? Bueno, si crees que es el momento de romper tus votos, no te quedes en mirar por el ojo de la cerradura. La Trans Nomad es una prueba especial. Ya, pensaras “eso se lo dices a todas”, pero date cuenta: la organización, (los llamados bike patrols), montan en jeans, JeansTrack, y la bebida oficial, lejos de los hiperedulcorados líquidos de colorines químicos al uso, ¡es una cerveza! ¡y nada menos que la “Tronzadora”!, la cerveza oficial de la Zona Zero. Dos detalles que dicen mucho de la prueba.

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Otro es el cicloalpinismo, o ciclomontañismo si se prefiere. Hubo un tiempo en que maximizar la ciclabilidad en las rutas era casi una obsesión. Uno tiene una bici para ir montado sobre ella, ¿no?, para andar con ella al lado mejor te compras un perro. Pero no, la bici nos lleva a lugares maravillosos, y nos proporciona un vínculo excepcional con el medio, el cual nos hace disfrutar del entorno de un modo particular, que a muchos nos ha enganchado. En la fórmula que genera esta experiencia, la bici y el entorno son dos ingredientes fundamentales. Simplemente, hay lugares a los que el acceso no es posible montado sobre la bici, sin embargo tienen el potencial para ofrecer un goce tal, que el precio de andar media jornada con la bici a cuestas es muy razonable. Más aún, en ocasiones el porteo está siendo una alternativa para eliminar largas transiciones entre los momentos top de una ruta. Y oye, una vez te acostumbras, esos pasos lentos y torpes hacia la pendiente, de alguna forma también se disfrutan. Ah, y además el porteo es un factor de justicia retributiva en una prueba, casi puedo hacerlo al mismo ritmo que Jacobo Santana.

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El ciclomontañismo se engrana en la Trans Nomad dentro de un concepto más amplio: ese “Nomad” del nombre de la prueba. Sus ideólogos conciben la prueba como un “viaje aventurero”, en el que se van encadenando valles del Pirineo de día, y se duerme en tienda de campaña de noche.

Ah, y están todos esos números, 4 etapas, 180,2 km. 6.540 metros de desnivel positivo acumulado, 13.150 metros de desnivel negativo acumulado,  (sI, se baja más que se sube, sabia configuración). Y claro, todo ello entre el Pirineo Aragonés y el Francés, un escenario para soñar, (espero que sin pesadillas), y para vivir, (espero también que sin pesadillas). Tal cómo me comprometí aquí vendré acudiendo para dar cuentas.

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