Disfrutar, el éxito al alcance de todos.
Hace unos meses, en enero, publiqué esta entrada en la que venía a ponderar el asombroso potencial para producir placer que llega a originarse al juntar una actividad como el BTT, un entorno como el de Morella o la comarca de Els Ports, y una actitud supeditada al objetivo último e irrenunciable de disfrutar. Y venía a decir que, a partir del momento en que interiorizamos este propósito, y lo anteponemos a cualquier otro, dejan de importar incluso aspectos tan trascendentales en un deporte cómo la habilidad técnica o la condición física. Simplemente el logro del objetivo, “el éxito”, tiene poco que ver con ellos.No faltaría quien pudiera pensar que tal afirmación partía de una forma física alejada del óptimo, o de una cualificación técnica escasa, que no dejaba de ser una edulcorada forma de resignarse, de renunciar. No lo es.
Recientemente, he tenido la enriquecedora oportunidad de compartir un par de rutas “endureras” con un auténtico fenómeno: Raul Hernández o Raul “Doctore”, que vino para escribir un artículo para la revista Mountain Biker acerca de Morella Singletracks. En tantos años de mtb como llevo he llegado a coincidir con gente muy fuerte, pero nunca había compartido ruta con alguien que pudiera presumir de unas cualidades técnicas y físicas tan brillantes para el mtb. Y digo “pudiera” porque a presumir no es a lo que vino, Raul compartió ruta con nosotros como uno más, él contestó a lo que le preguntamos, pero su currículum lo leímos luego en internet.
Y precisamente esta experiencia me reafirmó en lo que dije en aquella ocasión: me dio la sensación que Raul Doctore, con una actitud cercana a ese deslizamiento hedonista que predico, hizo precisamente eso: disfrutar. Igual que Ramón Grueso, su compañero, de cualidades técnicas menos destacables, de un trato afable, agradable, honesto, Ramón con la misma actitud parece que disfrutó. Y también yo, de testigo, disfruté.
Si, con la actitud adecuada, uno se lo puede pasar muy bien haciendo mtb por sendas en un lugar como Morella.
Mucha razón llevas, compadre.
octubre 31, 2013 en 9:23 am
Gracies figura.
octubre 31, 2013 en 9:29 am